El rendimiento en los entrenamientos de tenis marca la diferencia

A lo largo de los años, entrenando a multitud de alumnos, me voy convenciendo que sus características personales: capacidad de sacrificio diario, espíritu de superación, confianza en tus explicaciones, ganas de aprender, autoexigencia diaria, nivel de atención, etc. van a determinar el aprendizaje a largo plazo y por tanto su rendimiento deportivo.      

     No hace mucho leí un estudio que demuestra, que para conocer tu máximo potencial en el tenis necesitas 10.000 horas de trabajo, si...si han entendido bien: es decir, 10 años trabajando, 5 días a la semana, 3 horas cada día. Por tanto claro esta, necesitas que esa cantidad de horas se hayan invertido correctamente. Cuando un padre me pregunta: ¿Por qué mi hijo evoluciona mucho menos que otro? – la respuesta está clara, porque las horas de entrenamiento las aprovecha mucho menos. Todos podemos estar físicamente dos horas entrenando cada día en la pista, pero no todos hemos estado de hecho dos horas en la pista.

Porque un alumno es capaz en una serie de golpear la bola 10 ó 15 veces consecutivamente sin fallar, mientras otro falla la primera bola reiteradamente, por tanto cuando termina la sesión un alumno ha golpeado la bola 1.500 veces mientras otro solo 500. Por tanto, al cabo del año imagínense la ventaja solo en práctica a favor del alumno que está obsesionado en meter bolas.

Porque un alumno “sufre” físicamente por llegar a las bolas: corre para cada golpe hasta el ultimo…..mientas otro en el quinto golpe de la secuencia se la juega y la tira a la valla. Cuando llegue la competición, ¿quien va a tener más paciencia para preparar un punto, para poner una bola más en juego?, etc., ¿Quién va a ser un jugador que se “Agarre” a la pista? –Para mí, está claro. 

Porque hay alumnos que se enfadan cuando fallan dos bolas seguidas, se activan cuando fallan, se cargan de energía para no volver a fallar. Aunque cuando tienes la suerte de entrenar con alumnos con una autoexigencia alta, debes vigilarlos, porque se suelen irritar cuando las cosas no salen como ellos quieren, tiran la raqueta.etc.  Pero para mi precisamente  este tipo de alumnos son los que progresan, los que aprenden. Sin lugar a duda, a veces esta actitud trae problemas: discusiones, miradas ofensivas, malos modos en la pista, etc., pero si sabes llevar a este tipo de alumnos, son los únicos que por su auto exigencia van a progresar en su aprendizaje.                            

Por otro lado, yo como el resto de entrenadores observamos a diario alumnos que: 

• Nunca se enfadan cuando fallan bolas consecutivamente.
• Cuando corren o realizan ejercicios de juego van al 50%.
• Prefieren jugar al ritmo que les marca el profesor, nunca incrementan sus velocidades de bola, sus ritmos de carrera, y siempre debes estar encima de ellos para que realicen la sesión a un buen ritmo.
• Hablan, bromean durante el entrenamiento y no se centran en cada golpe, en cada jugada…. etc.
• Nunca se auto corrigen un golpe
• Pasan las horas de entreno diario sin un desgaste mental, ni físico…
•  Cuando se trabaja en el gimnasio, con gomas o balón medicinal se observa que no realizan los ejercicios con la técnica adecuada, prefieren lanzar, levantar el peso de cualquier manera y hacer las 15 repeticiones rápidamente y sin concentrarse en el músculo que están trabajando.
• Siempre debes estar encima de ellos: atento, concéntrate, no puedes fallar dos bolas seguidos en el primer golpe, no tires bolas a lo verde, etc.
• No prestan atención a las direcciones de la bola.

 Así puedo relatar muchos de los síntomas que presenta un alumno con bajos niveles de responsabilidad hacia su aprendizaje. Nosotros, los entrenadores, le podemos repetir un millón de veces, que el aprendizaje se produce gracias a la atención, a la autoexigencia, al trabajo realizado con seriedad, en definitiva: 

“La práctica no consigue la perfección, sino la práctica perfecta es el camino a la excelencia” 

Todos estaremos de acuerdo que sobre la base de unas cualidades innatas se tiene que trabajar el desarrollo motriz de un alumno, invertir más de 500 horas anuales de entrenamiento, con muchos partidos de competición por temporada, y así durante largos y esta formación serán la base para conocer donde está el potencial tenístico de un jugador. Pero durante todo ese tiempo existen jugadores que aprovechan al “110%” todos los minutos que están invirtiendo en su preparación, y sin embargo otros “se dejan llevar”, bajan sus niveles de atención día a día, e invirtiendo la misma cantidad de tiempo, teniendo las mismas experiencias y a veces teniendo superiores cualidades, su rendimiento deportivo es y será mucho menor que aquellos que desean mejorar gracias a su responsabilidad y seriedad en el trabajo diario.

Como pueden comprobar, los entrenadores comprobamos día a día cual va a ser el aprendizaje de nuestros alumnos, sabemos como son e intentamos que tomen conciencia de que hábitos en cuanto a actitud deben tener si quieren aprovechar el tiempo de práctica diaria, ya que por mucho que nosotros le exijamos día a día deben ser ellos los que tomen conciencia de la vital importancia que cobra para su aprendizaje: su responsabilidad y seriedad en cada una de las sesiones de entrenamiento. 

Muchas veces sucede que algunos padres quieren que sus hijos compitan adecuadamente, pero algo que tengo muy claro como entrenador es que nadie puede realizar en competición lo que no realiza en los entrenamientos. Si alguien no entrena con intensidad no podrá competir con intensidad, si alguien no se exige en los entrenamientos, no podrá exigirse en competición, y mucho menos podrá obtener buenos resultados deportivos en el difícil mundo del tenis de competición.